Irán advierte tomar las "medidas necesarias" tras bombardeos de EE.UU. en bases nucleares
Trump confirma “ataque muy exitoso” a instalaciones nucleares iraníes; Irán advierte respuesta “por todos los medios necesarios”
WASHINGTON.- En un giro decisivo en el conflicto entre Estados Unidos, Irán e Israel, el presidente estadounidense Donald Trump confirmó que su país llevó a cabo un ataque militar directo contra tres de las principales instalaciones nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahán. El mandatario calificó la operación como “un ataque muy exitoso”, asegurando que todos los aviones involucrados salieron del espacio aéreo iraní y regresaron sin bajas. “Se lanzó una carga completa de bombas sobre Fordow, que fue completamente destruida. Ningún otro ejército en el mundo podría haber hecho esto”, declaró Trump desde la Casa Blanca.
La operación fue ejecutada en coordinación con el gobierno de Israel, según informó la Casa Blanca. De hecho, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu fue notificado antes del ataque y, posteriormente, celebró públicamente la decisión de Trump, calificándola como “audaz” y asegurando que “la historia recordará al presidente estadounidense como quien eliminó las armas más peligrosas del mundo del régimen más peligroso del mundo”.
Sin embargo, la respuesta desde Teherán fue inmediata y contundente. El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abás Araqchi, calificó los bombardeos como una “violación flagrante del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y del Tratado de No Proliferación Nuclear”. A través de un mensaje en la red social X, el canciller advirtió que “los ataques tendrán consecuencias eternas” y que Irán se reserva el derecho de responder “por todos los medios necesarios” para proteger su soberanía, su territorio y a su pueblo. “Estados Unidos ha cruzado una línea roja muy peligrosa”, sentenció.
A raíz de los bombardeos, el Consejo de Seguridad de la ONU fue convocado de urgencia, y líderes de todo el mundo comenzaron a pronunciarse. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, alertó que la situación representa una “escalada extremadamente peligrosa” y una amenaza directa a la paz global. La Unión Europea, por su parte, llamó a una desescalada inmediata y al retorno urgente a las vías diplomáticas. Desde Moscú y Pekín, los gobiernos de Rusia y China condenaron el uso de la fuerza por parte de EE.UU., señalando que se trata de una acción unilateral que agrava el conflicto y pone en riesgo la seguridad internacional.
En contraste, algunos aliados de Washington han adoptado una postura más mesurada. El Reino Unido reiteró su compromiso con evitar que Irán desarrolle armas nucleares, pero también instó al diálogo. Alemania llamó a reactivar negociaciones, mientras que organizaciones humanitarias, como la Cruz Roja Internacional, advirtieron sobre el riesgo de un conflicto de gran escala con consecuencias irreversibles, especialmente para la población civil.
El ataque, considerado como el mayor golpe militar de EE.UU. contra Irán desde el asesinato del general Qasem Soleimani en 2020, marca un momento histórico en las tensiones de Medio Oriente. Aunque Trump afirmó que el objetivo es prevenir que Irán obtenga capacidad nuclear, analistas advierten que la acción podría provocar una respuesta directa sobre bases estadounidenses en la región, activar a aliados de Irán como Hezbolá o provocar ataques cibernéticos e incluso un eventual cierre del estratégico estrecho de Ormuz.
En este escenario, la comunidad internacional se encuentra en máxima alerta, mientras se esperan nuevas decisiones tanto de Teherán como de Washington en las próximas horas. Lo que era un conflicto de retórica, sanciones y alianzas regionales ha pasado a un nuevo nivel: el de la confrontación militar directa, con consecuencias imprevisibles para la paz global.